GÜESO Y PELLEJO RESUMEN - CIRO ALEGRÍA Llegó el tiempo en que el ganado de Simón Robles aumentó y necesitaba mayor número de cuidadores, y también llegó el tiempo en que Antuca debió hacerse cargo del rebaño, pues ya había crecido lo suficiente, aunque no tanto como para pasarse sin más ayuda que Vicenta. Entonces, Simón robles dijo: - De la parición que viene, separaremos otros dos perros para nosotros. Y ellos fueron Güeso y Pellejo. El mismo Simón les puso nombre, pues amaba, además de tocar la flauta y la caja, poner nombres y contar historias. (...) Al bautizar a los perros, dijo en el ruedo de la merienda: - Que se llamen así, pues hay una historia, y ésta es que una viejita tenía dos perros: uno se llamaba Güeso y el otro Pellejo. Y fue que un día la vieja salió de su casa son los perros, y entonces llegó un ladrón y se metió debajo de la cama. Volvió la señora por la noche y se puso a acostarse. El ladrón estaba calladito, esperando que ella se durmiera para ahogarla en silenci
LA BETARRAGA EN EL HUERTO Había una vez en el huerto donde todas las verduras eran amigas y jugaban juntas. Pero un día llegó al huerto una Betarraga. Betarraga era una verdura nueva; nadie antes había visto una verdura de color tan oscuro. Beterraga era de un morado brillante que era nuevo en el huerto. Las verduras tenían amigos verdes, blancos como el nabo, anaranjados como las mandarinas, amarillas como los pimientos e incluso rojos como los tomates, pero ¿morados? No, nunca antes habían visto una verdura morada. La feliz Betarraga , recién llegada al huerto se acerco a los pepinos para jugar con ellos pero un pepino le dijo; “no podemos jugar contigo, eres demasiado oscura”. Beterraga no entendía nada. Nunca antes le habían dicho que era oscura y menos se habían negado a jugar con ella por eso. Sin enojarse se acerca al esparrago para jugar con él, pero este le dice “yo soy alto y delgado y tu eres demasiado gorda, y además ese color morado es muy es oscuro. Yo no quiero juga
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