CUENTO DEL PUNTO Y COMA
CUENTO DEL PUNTO Y COMA
Estaba yo un día de lo más entretenido, escribiendo un cuento de amor, cuando escuché de repente un extraño suspirito. Busqué y rebusqué a mí alrededor, pero no vi a nadie.
Miré para arriba, para abajo y tampoco. Ni un mosquito había, ni una hormiga siquiera.
Y cuando me disponía a seguir escribiendo, ¡caramba!, de nuevo se oyó aquello.
Entonces, descubrí sorprendido que quien suspiraba era el punto de la primera oración.
Se había enamorado locamente de la coma de la segunda oración, y los dos se miraban con deseos de unirse. Decidí en ese momento que el cuento no terminara con punto final sino con un amoroso punto y coma.
Antonio Rodríguez
Cuento Del Punto Y Coma
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