LOS DOS VALIENTES – VALOR SABIDURÍA - CUENTO
LOS DOS VALIENTES – VALOR SABIDURÍA

Cierto día, estando escondidos en el jardín, vieron a dos ladrones; eran el lobo y el oso que traían un gran paquete:
- Escucha – decía el lobo a su compañero – Nos vamos a cubrir con el disfraz de caballo que traemos en el paquete. Así podremos entrar a robar en la casa del pato y del conejo, sin que ellos lo sospechen.
- ¡ Ea !; ya hemos entrado en el patio. ¡chissssssss! ahora no hablemos nada, y vamos a trotar como si fuésemos un caballo de verdad, para que el pato y el conejo se lo crean. A ver si aprendes a trotar como es debido, porque lo estás haciendo a destiempo. Fíjate en mí: ¡plof, plof, plof! ahora vamos mejor …
El falso caballo entró en la casa, pero el conejo se escondió detrás de la radio, y mientras el pato iba en busca de ayuda, comenzó a poner en práctica un plan que se le había ocurrido, imitando la voz de la emisora.
- ¡Atención! ¡Atención, todos! … ¡Atención! ¡Llamada de peligro! Se ha escapado del zoo un furioso león que siente especial predilección por la carne de caballo. Se avisa a todos los caballos para que corran a esconderse. Todos los caballos y todos aquellos que parezcan caballos deben encerrarse bajo llave. ¡Atención!
- ¿Has oído? – preguntó por lo bajo el oso – No me gusta nada que me tomen por caballo. ¡Auxilio! ¡Corro a esconderme! He visto entrar en la casa a un león enorme; un león gigantesco. ¡Ya está en la sala …!. Voy a esconderme en un agujero, señor caballo, y a usted le deseo suerte. ¡Menos mal que al león le gusta con delirio la carne de caballo. Mientras él se ocupa de usted, a mí me dará tiempo a esconderme. ¡Usted lo pase bien!.
- ¡Amigo lobo! No tengo el menor deseo de seguir pareciendo un caballo. ¡¡ Eh !! Señor león, mire usted bien, no vaya a cometer un disparate. ¡Qué no somos ningún caballo! Todo lo más, somos dos burros, por esta ocurrencia de venir a robar dentro de un disfraz tan peligroso. ¡¡Hasta luego !!.
- No puedes dejarme solo, compadre oso. ¿Viste, acaso, medio caballo en algún lado?. Pies:¿para qué os quiero? ¡Señor león: donde quiera que esté usted, vea que soy un oso, y nada más ni menos que un oso, y bastante grande.
- ¡Y yo, un lobo! Soy un lovo con sombrero de copa. ¿De dónde sacan que me parezca a un caballo? ¡Huyamos! ¡Huyamos!.
- No corran tanto, señores ladrones. No hace falta que se den tanta prisa, porque el tal león no existe. Todo ha sido una treta del conejo para librarse de los malhechores.
- Mientras tanto – explicó el pato –, he ido en busca de los guardias, y aquí estamos todos juntos.
- Esta captura es sensacional – dijeron los guardias –, ¡A la cárcel con ellos!
El alcalde premió al pato y al conejo con un hermoso vaso de naranjada, y por su gran comportamiento colocó en el pecho de cada uno la Medalla de Servicios Distinguidos en la caza de Ladrones.
Y se pusieron a bailar muy contentos.
Los Dos Valientes Cuento, Los Dos Valientes Resumen, Cuento Con El Valor De La Sabiduría.
Comentarios
Publicar un comentario