HISTORIA DE UN NABO
HISTORIA DE UN NABO
Hace mucho tiempo, una abuela muy anciana plantó un pequeño nabo, el cual creció y creció tanto que se hizo enorme.
Un buen día de verano la abuela se dijo:
- Este nabo se ve muy bien y sabroso, voy a arrancarlo.
Jaló, jaló y jaló, pero no lo consiguió. Entonces decidió pedir la ayuda del abuelo.
Los dos juntos jalaron el nabo miles de veces. Pero el nabo no se movía de su sitio.
Entonces el abuelo llamó al nietecito. El nietecito jaló al abuelo.
El abuelo jaló de la abuela. La abuela jaló del nabo.
Todos juntos jalaron y jalaron tanto el nabo que cayeron los tres al suelo, pero no lograron arrancar el nabo.
Después el nietecito llamó a la nietecita. La nietecita jaló del nietecito.
El nietecito del abuelo. El abuelo de la abuela. La abuela jaló el nabo.
Los cuatro juntos jalaron tanto el nabo que los cuatro cayeron al suelo, pero no lograron arrancar el nabo.
Luego, todos en coro decidieron llamar a un vecino que justo paseaba por ahí.
El vecino jaló de la nietecita. La nietecita del nietecito.
El nietecito del abuelo.
El abuelo de la abuela.
2 La abuela del nabo.
Los cinco juntos jalaron y jalaron tanto que cayeron al suelo y por fin arrancaron el nabo. Afortunadamente, ninguno de ellos se lastimó
¿Y qué hicieron con tremendo nabo, se preguntaran todos ustedes?
Más tarde, el abuelo y el vecino lavaron el gran nabo, y la abuela con los nietos hicieron una deliciosa sopa, un puré y una ensalada. Se hizo tanta comida que disfrutaron todos los que ayudaron a jalar el nabo y hasta invitaron a otros vecinos del pueblo.
Por ser tan gracioso el suceso del nabo, la nieta y el nieto decidieron escribir este lindo cuentito.
Autora: Elsa Bornemann
Adaptado por Angie Cerrón
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