YACI Y SU MUÑECA - LEYENDA DE BRASIL
YACI Y SU MUÑECA Yaci tenía una muñeca que no era igual que las demás, la había hecho ella misma con una mazorca de maíz, vestida con hojas de la misma planta. La muñeca se llamaba Curumín. Yaci la quería tanto que no la dejaba un momento. Yaci jugaba con Curumín. La bañaba, la vestía, la mecía en su hamaca y siempre la tenía en sus brazos. Su madre la llamaba para que ayudara en las tareas de la casa, pero Yaci estaba tan distraída que ni la oía. Un día, después de llamarla varias veces la madre de Yaci se enojó y le dijo: —¡Si sigues tan desobediente voy a quitar te esa muñeca! solamente lo decía para que la niña obedeciera, pero Yaci se asustó y decidió esconder a su Curumín. Con su muñeca en brazos se fue hacia las orillas del río, en donde se bañaba todas las mañanas. Allí encontró a su amiga, la tortuga. —¿Qué buscas por aquí, Yaci? —Un sitio para esconder a mi muñeca. — Esto es fácil – dijo la tortuga – ; haz como yo : escarbo en la arena y escondo mis huevos. Yaci cavó